HISTORIA DE EMIGRANTES
“ UNA HISTORIA DE FE, AMOR
Y ESPERANZA”
“ UNA HISTORIA DE FE, AMOR
Y ESPERANZA”
POR : LENIN GUERRERO
Calurosa y oscura ,
aquella madrugada del 5 de marzo del año 2018, tristemente sombria, la
electricidad había fallado por nueve días consecutivos junto a sus noches en
una ciudad cuya temperatura es de 40 grados centígrados bajo la sombra, el agua
no se manifestaba en el grifo desde el mes de diciembre, la ciudad se sentía
tenebrosa, la basura era el ornato mas fidedigno de una realidad urbana, que
desvanecia los sueños de sus habitantes, cuyos rostros emulaban aquellas fotos
de los campos de concentración Nazis.
Hacia mucho no había
internet, escaseaba la comida y los medicamentos, aquello parecía una ciudad
victima de bombardeos en guerra, pero de guerra cruel, las ojeras en los
rostros de sus habitantes se marcaban como cruel testimonio de la tortura
inhumana a que era sometida la población, de dia el calor, de noche las plagas
que susurraban en los oídos, contándonos cuentos de terror.
Calurosa y oscura, asi
fue aquella noche, donde un automivil casi a manera clandestina me recogia junto
a mi esposa para llevarnos a la frontera del país vecino: Colombia.
Nunca inmagine que a
mis sesenta años cuando esperaba jubilarme y disfrutar de mis nietos en aquella
casa de mis añoranzas y recuerdos, tendría que salir como delicuente huyendo de
mi propia tierra amparado por las tinieblas.
Nunca pensé que por
defender mis derechos y solicitar justicia tendría que afrontar esa cruel
realidad, de tener que abandonarlo todo, todo aquello por lo que luche y
trabaje desde mi juventud.
Mi esposa y yo llevábamos
dos maletas físicamente hablando. Pero aquellas dos maletas representaban dos
cosas: “Nuestros sueños y nuestras
esperanzas.”
El Camino fue oscuro,
tenebroso, peligroso, pero necesario era recorrerlo, a medida que me alejaba de
mi hogar, mi barrio, mi ciudad, un nudo que cada vez apretaba mas se me
atornillaba en la garganta, lagrimas brotaban de mis ojos en un silencio
sepulcral, no quería que mi esposa me viera llorar, por 36 años había sido para
ella y para mis hijos ese roble, aquel pilar solido, aquella fortaleza
espiritual, y aquella noche me derrumbaba, lo hacia en silencio, cabizbajo,
sentía que cada celula de mi cuerpo pedia perdón, perdón por irme, por
abandonar a mis parientes, hermanos y amigos. Perdon a mis difuntos padres,
perdón a mis ancestros por abandonarlos en aquella tierra donde hasta los
sepulcros habian sido violentados por allegados al gobierno para realizar actos
de paleria y hechiceria cubana.
El camino se hizo largo,
muy largo, cada reten que nos encontrábamos era un sosobrar en el pecho, un
nudo en la garganta, y un saltar del corazón, mis manos cada vez mas
temblorosas, debian presentar los documentos, a riesgo de manifestar mi
nerviosismo. No era un delicuente, nunca lo fui, ni lo sere, pero en aquel
mundo los principios se habían invertido y un hombre honesto por el simple
hecho de oponerse al gobierno ya lo convertia en el peor de los criminales. Era
un crimen alzar la voz de protesta, solidarizarse con los oprimidos, y defender
los derechos humanos, era un crimen negarse a morir de mengua, era un crimen
tener dignidad, ser honesto y honrado, no participar en la destrucción del país
o apoyar su corrupción.
Durante cuatro horas de
viaje, y transitando por solitarios parajes, habitados por la desidia y el
abandono, tomado por seres nocturnales hacedores de maldad, vividores del
contrabando, y todo lo que se pueda llamar ilegal, antes de llegar a la
frontera, cada población que se divisaba a lo lejos en el camino , emulaban los
molinos de viento quijotescos con los que debia luchar montado en mi rocinante
y acompañado de mi dulcinea del toboso, ya a lo lejos se divisaban unas luces
que indicaban el arrivo al paso fronterizo, una cola me indicaba que debíamos pasar por
un sitio de revisión de salida, lugar donde los funcionarios corruptos del
estado se quedaban con lo que les gustaba o pedían alguna “colaboración” en
dólares. Luego del punto de revisión tocaba sellar pasaporte para entrar legal
en el país vecino, pasaporte este que también tuvo un alto costo conseguir
debido a la alta corrupción existente en las instituciones del estado.
Parecia que soñaba
cuando senti aquel golpe seco en el meson que sellaba mi pasaporte y al escuchar
aquellas palabras que decían: “Bienvenido a Colombia”.
Nunca pensé que me
sentiría mas seguro en un país extraño que en el mio.
Colombiaaaaa, el sueño
del Libertador pensé dentro de mi, ambos, mi esposa y yo caminábamos masilentos
, casi arrastrando los pies, como almas en pena arrastrando sus cadenas,en
silencio hacia la puerta de la libertad, asi nos sentíamos. El dolor que se
siente cuando volteas la mirada hacia atrás es indescriptible, entonces comprendi
lo que sintió la mujer de Lot cuando volteo la mirada a SODOMA.
Mi corazón se convirtió
en sal, pero una sal necesaria , que debia sazonar mi vida y la de mi esposa de
allí en adelante, hacer de tripas corazón era necesario, mejor dicho era una
obligación, un deber.
Ya el alba despuntaba sus
primeros rayos de sol cuando del otro lado, o mejor dicho de este lado,
abordamos un taxi que nos llevaría de la raya fronteriza a la ciudad de Maicao,
donde abordaríamos un autobús q nos llevaría a nuestro destino: “Santa Fe de
Bogota”.
Adios patria amada,
adios terruño mio, tierra del sol amada, a orillas el lago de Coquivacoa, que
cuando de tu lago escucho el chapotear del marullo, se me hincha el pecho de
orgullo al saberme maracucho. Tal como decía el poeta Pedro Colina, o como dice
aquella gaita (música tradicional de la región zuliana de Venezuela) que resonó
en mi mente: “Maracaibo tierra amada desde que de ti Sali, a cada instante te
añoro, me paso el tiempo pensando en ti”
Veinte inagotables horas
de diferentes paisajes diurnos y nocturnales nos llevaron aquella ciudad, por
el largo camino , nuestros labios estuvieron cerrados, el apetito estaba
perdido, solo algunos sorbos de agua para no entumecer el estomago, cada
kilometro que recorríamos era como un avance de la ansiedad, que amenzaba con
absorverme, “Es duro” , pensaba, a donde voy?, no conozco a nadie, soy de
cierta edad donde es difícil encontrar empleo, y mi juramento de amor asumido
con mi esposa hacia 36 años atrás de cuidarla y protegerla hasta que la muerte
nos separe, retumbaba en mi mente como martillo en yunque.
Donde vivire?, que
comere cuando se me acabe el poco dinero que traigo?, el nerviosismo era 5G ,
me aferre a mi FE, a mi Dios todopoderoso y aquella noche en aquel autobús ore,
ore mucho, me encomendé a EL , pero como nunca lo había hecho, creo que en
verdad fue la primera oración en mi vida genuinamente sincera. No prometi nada
a DIOS, solo le pedi perdón, por mis pecados, por los de mi familia y los de mi
nación, que habían ameritado tal juicio. Luego le di gracias, porque estaba
vivo, sano y con ganas aun de salir adelante, y por ultimo me encomendé a EL ,
encomendé mi vida y mis pasos, estando en este trance espiritual me di cuenta
que ya amanecia, y muy pronto llegaríamos a Santa Fe de Bogota…
Al llegar a la terminal,
senti que las fuerzas me fallaban, a donde ir? , Primera vez que pisaba aquel
suelo colombiano, aquella ciudad…
Luego de retirar el
equipaje, mi esposa y yo, nos sentamos en una banca, saque de mi cartera un pequeño
papel , donde guardaba un numero de teléfono de un viejo amigo que había conocido
en Venezuela en los años 90 y que
aparecía en su perfil de Facebook donde lo hubique, aun seria su numero? No
habría hecho mella el tiempo y la ausencia en aquella amistad que habíamos
llevado en antaño? No lo sabia…
Decidi ubicar un
teléfono para llamarlo, y cada numero que marcaba era un palpito en mi corazón,
un sonido alternado con pausa indicaba el repique, y fueron unos segundos que
parecían eternos hasta que alguien del otro lado de la línea contestara.
Buenos días en que
puedo servirle contesto una voz femenina, con acento mezclado.
-Buenos días conteste, me
puede hacer el favor de comunicarme con jhon si es tan amable.?
-Por cual Jhon pregunta? (contesto
aquella voz), padre o hijo?
Me supuse que era el padre pues mi amigo era
contemporáneo conmigo.
-Jhon padre si es tan
amable.
-El señor Jhon Peralta
padre falleció hace unos meses (con razón nunca contesto mis mensajes por
Facebook pense), si llama para dar el pesame por ahora nadie de la familia esta
en casa.
Aquello fue una puñalada
para mi. Mi amigo mi único contacto en Bogota había fallecido.
-Luego de un breve
silencio, proseguí diciendole a mi interlocutora: si, por favor hagale llegar
mis condolencias a la familia de parte el Sr. Lenin Guerrero y familia.
-Con mucho gusto (
respondio la interlocutora) que tenga un excelente dia.
-Igualmente para usted,
respondi cortando la comunicación…
Y ahora que?
Tenia algunos números de wasap
de conocidos que estaban en Colombia y algunos de ellos en Bogota. Y comencé a
contactarlos, aunque con ninguno tenia suficiente confianza, ya a esta altura
eran las 12 del medio dia, todos me decían que vivian en cuartos, otros que no
les permitían recibir mas personas, hasta que uno me dijo: “YO estoy en suba ,
en Aures dos, pero no regreso hasta las siete de la noche si quieres acércate
allí, yo te puedo recibir unos dias mientras te hubicas”
Asi fue como mi alma
regreso al cuerpo, mi conocido, porque solo nos unia que en algún momento de la
vida trabajamos en la misma empresa , mas no había ninguna amistad profunda
entre nosotros. Aun asi accedió a recibirme en su casa. Alli aprendí algo de la
solidaridad humana.
Estuve algunas horas
que se hicieron como erupto de jirafa de lo larga que fueron en el terminal, solo
consumimos un jugo, luego cuando ya caia la tarde tome un taxi que me llevara a
la dirección que mi compañero me había dado.
Al llegar me recibió
su esposa, quien nos esperaba desde hacia horas porque El la había llamado para
notificarle que hiriamos, nos tenían una cama preparada en la misma sala , ya
que el apartamento era pequeño, y nos obsequiaron algo de comer, pero aquello me
parecio el paraíso…
El costo del taxi
realmente debió ser 25000 pesos máximo, pero mi desconocimiento debió notarlo
el chofer quien me cobro 50000 pesos, pero bueno , dicen en mi pueblo que para
aprender hay que caer.
Los primeros días en
Bogota NO fueron de turismo sino de buscar un lugar donde quedarnos, costo
mucho conseguir un pequeño aparta-estudio, porque nos decían que teníamos que
buscar fiadores solventes, finca raíz, deposito, referencias personales, otros
decían que a Venecos no le arrendaban, etc , etc , etc….
Al cabo de diez días
de orarle a DIOS, una alma piadosa nos arrendo un pequeño aparatmento en aures,
ya mi dinero escaseaba y no tenia para el deposito, pero aun asi aquella señora
nos arrendo, nos conto que ella había vivido en Venezuela 20 años, y con su
trabajo allá había comprado esa propiedad aca en Bogota, asi que hubo empatia.
Luego de hubicar
nuestro equipaje en el suelo a manera de cama pudimos reposar y asearnos a
comodidad.
Pero aquella noche fue
de insomio pensando que hacer para sobrevivir, en aquella metrópolis, revise mi
capital y era de 200000 pesos.
Muy temprano en la
mañana, desperté a mi esposa le dije: “ vamos a comprar harina pan, que es como
llamamos en Venezuela a la harina de
maíz, carne o pollo, y una cabita de anime (aca le dicen de otra manera) una
cabita térmica, el apartamento aunque no teníamos nevera gracias a Dios tenia
cocina.
Asi que luego de
comerme las dos primeras arepitas para tener fuerzas, hicimos diez arepas
rellenas con pollo desmenuzado, me despedí de mi esposa como de costumbre con
un beso y la bendición del altisimo, me diriji a la avenida ciudad de cali y
camine en sentido del centro comercial plaza imperial, sin saber a donde iva.
Al llegar a la esquina
de ÉXITO vi una pasarela altísima y decidí pasarla, al llegar a la mitad de
ella, me detuve, no había vendido ni una sola arepa, tenia una amargura en mi
boca, y mis ojos apretados para no derramar las lagrimas, no había venido a
Colombia a dar lastima, sino para dar todo mi esfuerzo por contribuir a la
sociedad donde Dios me había llevado para protegerme.
Luego de algunos
minutos allí, sin saber que hacer Dios envio dos ángeles, dos señoras de
aproximadamente 40 años, se me acercaron, mi cavita tenia un aviso que decía
“arepas rellenas”, estas señoras se me acercaron y me dijeron: “Señor me regala
dos arepas?”
Yo mire al cielo y dije
dentro de mi: “Señor no he vendido una sola arepa y estas señoras me están
pidiendo que les regale dos”
Hagase tu voluntad
Señor, para que se pierdan mejor se las regalo a estas señoras, las señoras
tomaron sus arepas me preguntaron si tenia AJI, no tenia, entonces me
preguntaron que me debian, les dije 6000 pesos, comentaron que estaban ricas y
económicas pero que debia tener AJI. YO luego comprendi que aca decían regaleme
cuando piden algo para comprar, fue mi primera venta, un ingeniero metalurgico
habia vendido sus dos primeras arepas en Bogota.
Aquello me inspiro, fue un
empujon de motivacion y comencé a gritar arepas con pollo a la orden, arepa,
arepa venezolana….
Aquel dia vendi las diez
arepas, al otro dia me lleve 20 y las vendi igual, pero fui conociendo también
el rechazo, la burla y la xenofobia. Y aunque era doloroso, aquello no me
detuvo, es que no podía hacerlo, no podía detenerme, tenia compromisos que
cumplir, responsabilidades, necesitaba producir dinero, no podía darme el lujo
de fracasar.
Asi estuve como mes y
medio, pero todo lo que ganaba lo guardaba, me volvi agarrado y ahorrador como
los italianos emigrantes de mi tierra, y allí los entendí, y comprendi porque
valoraban cada bolivar.
Al cabo de dos meses
compre un carrito pequeño usado para vender fritos, y me instale en la cali,
comencé a crecer, me hice de muy buenos clientes , vendia arepas, panes rellenos, empanadas ,
deditos , cigarrillos, tinto, entre
otras cosas.
Alli conocí muchas
personas buenas y malas, algunas me mostraron su solidaridad, me regalaron
cama, muebles, ropa y abrigos y hasta una nevera que aunque viejita cumplía su
función a pesar que trajo consigo algunas
habitantes llamadas chiripas, que tuve que ideármelas para acabar con ellas.
Tambiem allí conocí los billetes falsos de los cuale fui victima.
Prosperamente estuve en
aquel lugar hasta que el mundo cayo en desgracia…
Comenzo una pandemia que
nadie supo hasta el dia de hoy de donde salió o de que animal raro vino, solo
se sabia que salió de china, se propago rápidamente a nivel mundial y nos
encerraron, inmaginense, teniendo que pagar arriendo, servicios, alimentación y
sin poder trabajar. A pesar de ser el mejor ingeniero empanadero de la zona
nada podía producir.
La dueña del aparta
estudio a pesar de ser solidaria y comprensiva necesitaba su dinero.
A esta altura ya teníamos
muchos conocidos colombianos y venezolanos, los tenia en el wasap, al igual que
muchos de mis vecinos, y una noche sentados frente a la mesa, mi esposa y yo,
comiendo lo que siempre he llamado :”La ultima cena” , porque después de esa no
había mas nada para comer, luego de consumir lenta y pensativamenete aquel
bocado, mi esposa y yo , tuvimos una ocurrencia: “ ya que las personas no
podían salir y solo podían circular domiciliarios y proveedores de alimentos y
medicinas asi como servicios médicos. Cometamos una osadia…”
Solo teníamos el dinero
del arriendo de ese mes, y me dije el que no arriesga ni pierde ni gana y yo
quiero ganar…
Tome los 500000 pesos
del arriendo y los inverti en materia prima para perros calientes,
hamburguesas, y patacones zulianos, y saque algunas fotos con el celular de los
primeros que prepare para cenar nosotros y las publique en Facebook, hice
cadenas en wasap e instagram asi mismo coloque un letrerito al frente del
apartamento con mi numero de teléfono para domicilios, y saben que?
Fue todo un éxito,
aquel tiempo oscuro que se avalanzo sobre la humanidad y que traía la quiebra
de muchas empresas y comercios, y que amenzaba con acabar las grandes
economías, se convertia en la luz al final del túnel para mi.
El teléfono no paraba por las tardes-noches de
sonar, eran personas al principio conocidas, luego de todo tipo que hacían sus
pedidos. Mi comida rápida se hacia conocida y comenzaba a tomar prestigio.
Vivimos un periodo
critico, escuche en las noticias, y recordé unas palabras que algún dia, en
alguna época , en algún libro de algún autor había leído y que decía: “ Las
grandes crisis son grandes oportunidades”
Y tenia a mi lado un
gran apoyo: mi esposa, mi motivación, mi compañera que nunca me abandono, mi
dulcinea del toboso que inspiraba todas mis acciones quijotescas, que luchaba
codo a codo a mi lado para vencer cada obstáculo que se nos presentaba, la que
con paciencia soportaba mis malos momentos y con las caricias de sus manos en
mis sienes me levantaba el animo.
Si era un periodo
critico, pero para mi fue el inicio de mi emprendimiento, luego de suavizarse
las normas restrictivas y llegar la flexibilización ya tenia una cartera de
clientes fidelizados (Termino este que aprendí posteriormente en las
capacitaciones que recibiria).
Era el momento de
lanzarme, de crear un verdadero negocio, pero como? Con que?, necesitaba
capital, necesitaba conocer mas sobre el sistema legal colombiano, sobre las
normativas, permisologia, legalidad, etc etc etc….
Sino lograba eso
seguiría siendo un informal toda mi vida y mis sueños iban mas allá de un
puesto callejero, soñaba con un local donde trabajar y porque no hacer
presencia en algún establecimiento de algún centro comercial.
Y fue entonces cuando
mis oraciones fueron contestadas, alguien de una fundación que apoyaba a los
migrantes y retornados, me presento a otra fundación de ayuda mas directa,
FUPAD, que en convenio con ACNUR tenían un programa no solo de apoyo en
equipos, sino también de preparación en todas las áreas necesarias, tanto en
conocimiento, logística, apoyo legal, orientación, apoyo psicológico y creo que
fueron mucho mas allá de su deber, se convirtieron en nuestros amigos, en
nuestra guía, y a pesar de haber culmindao hace tiempo con el programa, aun
siguen informándonos, y apoyándonos en todo lo que esta a sus manos hacer.
Lo mas admirable, lo
mas agradecible fue que no nos dieron un pez como si fuésemos mendigos, sino
que nos dieron los anzuelos y nos enseñaron a pescar, nos trataron con
dignidad, nos hicieron sentir útiles y ayudaron a desarrollar algunas
habilidades y a mejorar otras, a descubrirlas y aplicarlas.
Fue mi punto de
apoyo, porque tenia la palanca, pero no tenia donde apoyarla, FUPAD Y ACNUR se
convirtieron en mi punto de apoyo, era lo que mi fuerza necesitaba para
impulsar mi emprendimiento. Me orientaron para hacerme de una marca “ ZONA
BURGUERS” no hay error, es Zona Burger Guerrero es : ZONA BUR GUER S, me
orientaron para obtener mi rut, cámara de comercio, permisos sanitarios, cursos
de manipulación de alimentos, contabilidad, de seguridad industrial y
comercial, me enseñaron a manejar el marketing digital, me motivaron y ayudaron
a vencer los miedos y a superar aquel trauma que vivimos todos los que
forzosamente debemos dejar todo y lanzarnos al vacio, a recorrer un camino
incierto, y asi dándome esa solidez, pude crecer y dejar mis miedos, fueron “MI
PUNTO DE APOYO”. Pude elaborar mi plan de negocio, renovar mi proyecto de vida,
volver a soñar, entre muchas cosas.
Hoy dia extraño mi
tierra, pero me siento aca con la misma comodidad que si estuviera en ella, he
aprendido a entender esta sociedad y a desenvolverme en ella, a conocer sus
leyes, su dialecto, sus costumbres, a
vencer mis temores, y a lidiar con el rechazo y la xenofobia, porque he
conocido mil veces mas personas buenas y agradables que personas toxicas, e
igual me esmero para que con mi conducta hacer entender que los buenos somos
mas, y a traves del ejemplo de vida
entiendan ese minusculo grupo, que la delincuencia no acabara nunca en ninguna
parte del mundo, que porque nos vamos todos los extranjeros no acabaran los
crímenes, ni el hurto, porque los delitos no tienen nacionalidad, tampoco
acabara la prostitución que existe desde los tiempos bíblicos y la hubo hasta
en tierra santa.
Y cada dia recuerdo
la letra de una canción del cantante venezolano Pastor Lopez, : “Colombia
queridaaaa mi segunda tierra”
Agradecido estoy de
esta tierra que me alberga, que me abrió sus puertas, olvido los tragos amargos
producto de la ignorancia del ser humano, porque como me dijo un colombiano
retornado de Europa,: “solo es xenofóbico aquel que no ha viajado fuera de su
pais”
Y a mi edad sigo
luchando por hacer patria en este hermoso país, luchar junto a sus ciudadanos
por hacer de esta nacion mas grande de lo que es, ansioso de aportar todo lo
que este en mis manos para su progreso y dar ejemplo de lucha a las nuevas
generaciones.
VIVA COLOMBIA CARAJO
Ya la noche oscura
que me vio partir en penumbras no existe, ahora gracias a Colombia y a
organizaciones como ACNUR Y FUPAD y al pueblo colombiano brilla en mi y en mi
familia la LUZ DE LA ESPERANZA y el DESEO DE SEGUIR ADELANTE. ENRRUMBADO POR EL
CAMINO DEL ÉXITO. Y tengo una gran cantidad de amigos nuevos, personas muy valiosas
que he conocido en este caminar por la vida.
Sigo con mi proyecto
que aun no concluye, esta en pleno desrrollo y en via de consolidar y hacer
realidad mi sueños.
TODO ESTO ME INSPIRA A DESEARLES A TODOS CON EL CORAZON EN LA MANO, YA
NO CONVERTIDO EN SAL SINO EN AMOR PURO:
“FELICIDAD PARA COLOMBIA, QUE EL SEÑOR TODO PODEROSO LA PROSPERE Y
TRAIGA SOBRE ESTA TIERRA BENDITA PAZ, ARMONIA Y MUCHO AMOR Y UNION”
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